Mis piyamadas solían ser salvajes y exageradas.
Incluían cantidades inconmensurables de alcohol, comida grasosa en medidas groseras, dos cajetillas de marlboro per cápita y amanecidas legañosas hablando de sexo, hombres y chismes.
El martes pretendimos repetir una de estas piyamadas con mis novias Clau y pili.
Fue en esa noche que me di cuenta que hemos envejecido.
A las 11 (después de haber tomado mucha agua Dasani, fumado dos marlboro light y comido choclo con ají) nos tiramos a la cama a ver Sex & the City debidamente empiyamadas. A las 12 Clau falleció. A las 12:30 fallecí yo. Pili no sé a qué hora habrá fallecido, pero cuando me levanté a las 2 víctima de una ataque de tos Pili ya estaba apropiadamente muerta y arropada.
A las 9 nos levantamos a desayunar yogurt con melón y nos pasamos toda la mañana jugando Hexic, escuchando música vieja y hablando huevada y media.
Hemos crecido, como ha crecido nuestra amistad, que ya no necesita de alcohol, ni comida grasosa, ni humo, ni amanecidas ni chismes para ser fabulosa. Pasar la mañana haciendo nada fue, paradójicamente, todo.
2 comentarios:
yo el viernes tengo una con las mias! ya te contaré qeu tal me va.. ya les contare a todossssssss
Qué cosa es Hexic? Ilumíname!!!
Ah... estás viejo cuando te das cuenta de que para bajar el sanguchón te pides una manzanilla y no una Coca helada...
Publicar un comentario