Fui al matrimonio n°2 de La Fiebre Matrimonial. Punto para Perú, porque no incumplieron ninguna de las 10 reglas universales para los matrimonios (escrita por mí y avalada por la humanidad).
Y sucedió algo insólito.
Yo no lloro, ¿ya?
Es bastante complicado conmoverme.
Y yo no me quiero casar, ¿ya?
Yo quiero tocar la guitarra todo el día y que la gente se enamore de mi blog.
Pero no sé por qué extraño motivo siempre me conmuevo INCREIBLEMENTE cuando entra la novia a la iglesia, feliz, del brazo del padre, y cuando luego los novios bailan alguna canción especial para ellos, y no les importa ni las cámaras ni la gente ni nada y sólo pueden mirarse y sonreirse.
No sé.
Es bien bonito por mi madrecita.
7 comentarios:
Admítelo. Tienes sentimientos.
acaba de postear el corazón de mariella. yeah.
NOOOOO
Yo no tengo corazón!!!!!!
Por más que algunas mujeres lo nieguen, casi la mayoría siente lo mismo que tu. El AMOR está flotando en el aire. No en vano la mayoría de ELLAS, para esas ocasiones, y en espera de conocer allí al amor de su vida, rompen el chancho para invertirlo en salones de bellleza, costureras, zapaterías, perfumes y lencería nueva... hay cosas que ni qué, ¿tengo o no tengo razón?
Saludos.
Buaaaaaaaaa!
Nooooo! Tú eres mi heroína. Las heroínas no shoran!
yo tb me emociono! pero solo cuando la novia baila con su papi, no se por que...es de lo mas tierno ver las caras embobadas de los papas(y me hacen pensar en el mio, snif!)
y CLAAAROO que vale llorar!
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