A un millón de años luz

Suelo hacer muchas cosas *después de tiempo*. Escuchar una canción, decir alguna frase, ver a algún amigo, hacer alguna cosa.
Hoy me levanté diferente, *después de tiempo*.
Y me sentí a un millón de años luz de donde estuve hasta hace poco, y a la vez cerca de un lugar donde ya había o creí haber estado. O soñé haber estado. *después de tiempo*.
Y, *después de tiempo*, decidí que vale la pena partir para estar más cerca de mí. Que vale la pena sentir después de tanto entumecimiento, que vale la pena hacer y deshacer y volver a hacer. Que vale la pena permitirme el no tener la razon. Que vale la pena dejar correr todo. Todo. Y que vale la pena preguntar sin respuesta y que vale la pena perder la fe y que vale la pena morirme veinte veces.
Y que yo valgo la pena.
Y hoy, *después de tiempo*, me sentí fantástica.
Permiso... me voy por una copa de vino. Vino que no tomo, *después de tiempo*.