En la vida, te divorcias.
Te divorcias de amigos, de parejas, de familia. Te divorcias del pasado, del ayer, de los recuerdos. A veces te casas de nuevo, a veces no: a veces solo te separas para volverte a reunir.
Yo hoy me divorcio.
Me divorcio de mi sensación de desamor y mi amor a medias, de un pasado muy corto y de mañanas demasiado largos. Me divorcio de mi indiferencia, de mi ceguera, de la pesadumbre y de todos los martes de verano. Me divorcio del sueño, de la flojera, de mis resentimientos y cojudeces, de mis exigencias y del hacerme daño sin remedio.
Me divorcio de todo. Pero con algo me quedo.
Me quedo ahora con mi antipatía y mis innumerables neurosis y patologías. Con mis martinis de más y siempre una copa de vino menos. Me quedo con mi engreimiento, con mis melancolías largas y adictivas desde la ventana, con mis complicidades frecuentes, con sobredosis de stamina y viejos parches. Me quedo desvelada y ojerosa y me quedo así como soy, con sobremesa y lluvia. Y me quedo yo, y es que tengo un feliz matrimonio conmigo, y ya me toca nuevamente una luna de miel para caminar lejos y descalza.
9 comentarios:
un buen divorcio entonces ...
Asi es!! Si el divorcio es para mejor entonces bienvenido sea!! Y si quieres luna de miel, Miami es un buen lugar :)
Happy splitting up!
Hallmark debería hacer una tarjeta así, jajaja.
Suerte enemiga, a ver si nos mandan las fotos de esa noche!
bienvenida al club
por cierto que no te deseo jamas un divorcio de verdad
Grande homi.
Ahora apliquemos.
mira qué coincidencia emocional.
Y viene el despertar...
¡Cuidado hombres!
Aprendida la vida, aceptada la vida; ahora a practicarla.
chau.
Uno es libre de divorciarse y casarse con quien le de la regalada gana, total las consecuencias las paga cada uno.
Nos leemos.
En todo caso parece un divorcio saludable...
Y no concuerdo con uno de tus comentaristas. Cada divorcio es de verdad.
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