Afternoons and coffeespoons

Amigos y enemigos,
vuelvo renovada este día luego de casi una semana de solo manifestarme a través de mi amable chismebox (el cual se parece cada día más a un talk show de Laura Bozzo, pero en fin).
Sentada en Stbx con mi casi olvidado Mocha Blanco y mi nunca olvidado Marlboro Light, miro por la ventana la garúa y la niebla de un parque sanisidrino por donde nadie pasa (ay pero qué poética). Hoy se siente como domingo en la tardenoche. Para quienes lo saben, detesto las tardenoches de los domingos con furia. Y si hoy se siente como domingo, pues me llega esta tardenoche igual.
A propósito del café. Esta semana he tomado café hasta decir basta. Víctima nuevamente del insomnio (maldita oficina), me mantuve despierta y alerta a punta de mucho nescafé. Obviamente, en las noches no podía pegar el ojo y viví enfrascada en una novela hueca y buenaza (Jemima J, Bored, fat and unhappy). Y en la mañana, muerta de sueño, me inyectaba nescafé a la vena para seguir sobreviviendo. Y así y así. Hoy fui despertada por el constante martilleo del vecino de arriba (señor, no puede hacer su home improvement de lunes a viernes??) y por los gemidos de la vecina de abajo (bien por ti Periquita). Y en la tarde, no pude pegar el ojo de nuevo, por lo que planeo seguir viva esta noche a punta de mucho café. Es santo de mi Javi, y es mi deber mantener vivo mi sarcasmo e ironía. Aunque se sienta domingo y odie los domingos, y aunque mañana vaya a ser domingo nuevamente y probablemente vuelva a Stbx de nuevo. Afternoonsand coffeespoons.