Manis, ¿te acuerdas cuando nos conocimos porque llegaste tarde a tu primera práctica de Mate, a pocos días de haber ingresado a la universidad? Me acuerdo que te dije dónde quedaba tu salón y a los pocos días empezaste a decirme Papafrita. Fundamos La Banda del Choclito (que en su auge fue El Imperio o el Maizal) donde tu liderabas y yo me inventaba las huevadas estúpidas que nos hacían reir. Yo escribía decretos en las máquinas de escribir en la Sala de Estudios (o sala de Hueving) y tú luego te los comías, los escupías y me los regalabas. Eran regalos asquerosos e increíbles.
¿Te acuerdas cuando corrías (con tu gorrita para atrás) por el tontódromo y gritabas "Aaaaay socorro los conejitos pasarán por aquíiii"? Nos regresábamos juntos en el Daewoo o el Chanchito en el largo camino a casa, y conversábamos sobre los miedos, el amor, el futuro o nuestros sueños. A los diecisiete soñábamos sin límites.
Te convertiste rápidamente en Cali, una especie de hermano mellizo con el que peleaba constantemente pero a quien quería con todo el corazón. Te escribí cartas cursis donde te decía lo mucho que me importabas y me devolvías la huachafada abrazándome fuerte y diciéndome que me ibas a conservar por siempre y que el amor era algo divino como para limitarlo y ponerlo en palabras humanas, y que estarías siempre a mi lado mientras yo te lo permitiera. Luego me lamías el cachete con Sorrento masticado y éramos felices.
Me rescataste con tu capa de superhéroe de mis momentos de mayor estupidez y compartiste también tus estupideces conmigo, y como fórmula mágica logramos reducirlos hasta sentirnos poderosísimos. Sé que odiaste las pocas veces que te lloré de tristeza, pero adorabas los momentos en que lograbas cagarme con algún descubrimiento inteligente o simplemente jodiénsome con mi frentaza. Y fueron largos momentos.
Me acuerdo cuando fui a Italia y te extrañe un huevo, pero descubrí un pueblucho malazo donde había una heladería con tu apellido y me puse feliz al tener más motivos para joderte. Cuando cumplí 19 todos me escribieron pequeñas dedicatorias en una etiqueta de cerveza y tu escribiste "La verdad es que yo solo espero que la agasajada se desvista y baile en la mesa, Que viva la chela!" y me encantó más que los cuchucientos tequieromuchos que recibí. Nunca tuvimos tapujos ni escondites.
Hoy, a nueve años de habernos adoptado como hermanos, nos tomamos un café (en un café nuevo y no en nuestro Starbucks puchamáquina) para quejarnos en demasía, demostrar que cada año nos volvemos más paranoicos y neuróticos y feos y viejos y casi treintones. Pero Manis, dime una cosa, ¿no hemos tenido una vida fantástica? A mi me parece fantástico que aún continuemos con nuestras salidas catárticas y con caras de circunstancia, que me digas "hola nena" al subir a tu carrito de moda, que te cagues de la risa conmigo mientras me dices "que mierda eres" y que me hagas caso cuando, destruida, te digo "déjame hablar, que necesito botar esto", y me escuchas, y me dejas. Y me prohibes que llore y me arrancas una sonrisa. Manis, aún cuando te quiero asesinar por bruto, te adoro con toda el alma.
Y tal cual me escribiste hace muchos muchos años, "no conozco mucho tus costumbres cibertrónicas, así que esto se quedará ahí esperando a darte una sorpresa. Sé que sabes lo mucho que te quiero y lo importante y necesaria que es tu presencia en mi vida, y si no lo sabes ya es hora que te des cuenta mamita".
TE ADORA
TU HERMANA
MARIELLA
14 comentarios:
Malvada, por qué no conozco a Manis, por qué?
preciosa hermandad!!
Genial es que tengas esos bellisimos recuerdos, ni siquiera Diego Bertie te los podra sacar asi se pase toda una tarde lavandote y remojandote con su Ace con Sabila
jajaja ahora te ponen a Diego Bertie en los comentarios...
que se puede hacer
que genial esa ultima frase de las costumbres cibertronicas jajaj
Hermoso. Hace años yo tuve un amigo así... Fue durante todo el periodo universitario. Nos graduamos y años más tarde nos enamoramos uno del otro. Como comprenderás, allí se cagó todo (luego de dos buenos años). Mi consejo es que nunca nunca te enamores de Manis. I miss my best male friend.
que lindo
:)
Me encantan tus historias! (oh si!)
El domingo vi el comercial de Diego Berti, y de paso pasito me azucare con una leche condensada... (!)
Saludos! =)
solo tengo una petición: que sea tu hermano de parte de Padre! asi yo sería de parte de Madre (por algo soy la sobrina predilecta) y así Carlos y yo seremos solo hermanastros.:P
ya, está bien, creo que el título de "sobrina predilecta" lo comparto con Clau, pero tu Mami SI es mi Tia predilecta :D
¡Buen relato eh!....me ha entrado ganas de ir donde mis ex-amigos a exigirles que me perdonen!
Salu2
Mariella,
tengo que decirlo...
tengo que decirlo...
no tienes mas hermanos????
("no pienses mal")
lo maximo tu bro!!!
Qué bonito.
Lo mismo que tengo con mi Pl (mi mejor amiga), aquién también conocí días después de comenzar la universidad, cuando le pedí liquid paper en una clase y me miró con cara de culo.
Que bonito recuerdo.
Pucha, me pongo depre alucina....
en la universidad conocí tanta people que al final no se si alguien me marco de manera especial (no ser malpensados ok??)
pero weno que weno que disfrutes tanto de una amsitad asi...
un abrazo pes mujersh.. ay nos vemos...
a los tiempos que vengo por aca... jaja
chau!
Carambas, estoy haciendo un rewind de tus posts buscando mis comentarios... y no pes, no había comentado. Una huevada...
El Enemigo
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