sábado, agosto 19, 2006

Una cama y dos almohadas

Hoy, por primera vez en muchos meses, extrañé tener a alguien en mi cama. Muy al margen de las connotaciones sexuales que esto pueda tener, extrañe la compañia, el acurrucamiento, las siestas de tarde, las películas compartidas. El caminar sin zapatos y ensuciar las medias, llamar al delivery y pedir algo grasosísimo y el que no importe estar super despeinada porque cuando estás metida en la cama todo vale.
Por primera vez en muchos meses mi cama me pareció demasiado grande.
Espero que mañana vuelva a su tamaño perfecto, toda para mí.

(* escuchando Alone again (naturally) de Gilbert O' Sullivan. It seems to me that there are more hearts broken in the world that can't be mended)
(** mi nick hoy: Aspid)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

SI!!!! que rico estar despeinada por que estás metida en la cama de verdad vale todo:)

Anónimo dijo...

De verdad que rico estar en cama con alguien y compartir el despeinado vale delicioso.

miradas dijo...

Que divertido encontrar a alguien que cuando se queda todo el día en cama se da cuenta que está despeinada, jamás me fijo si me peine o no cuando estoy en casa, me gusta esa forma de observarlo todo.

rodrigo dijo...

Un post que me recuerda que tan grande es mi cama también.

Gonzalo dijo...

nunca he tenido uno de esos domingos y, sin embargo, los extraño...a veces pareciera q te metes en mi cabeza!

gabriel torres dijo...

hay cierta música, amiga, que viene con sus contraindicaciones. ante ella "solo me queda el goce de estar triste"