martes, agosto 01, 2006
Muda
De pronto, hoy no tengo nada que decir.
Nada que contar, nada de qué quejarme, nadie de quién rajar.
Hoy fue un día absolutamente prescindible, y es una lástima, pues son tan lindos los días inolvidables.
(* Escuchando "Para tu amor" de Juanes).
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