Los cafés con kid (o las chelas, o los martinis, o cualquier clase de bebida) provocan siempre un post sobre algún tema en particular. Pocas veces lo menciono, y dudo que él lo sepa, pero siempre termino nuestros cafés con alguna pregunta o fantástico descubrimiento que debo convertir en un par de párrafos con un título bonito. Hoy no fue la excepción. La única diferencia es que esta vez sólo me provocó escribir sobre lo rico que es tomar un café, caminar por miraflores, contar historias repetidas y tener dificultades en decir adiós después de intercambiar un par de sinceridades. Afortunadamente, kid, me haces bien.
(* Escuchando "Me haces bien" de Jorge Drexler)
3 comentarios:
Un cafecito en Miraflores en invierno, que bonito, me fui.
cuando las historias repetidas no te aburren, es porque hay algo que las esta endulzando cada vez y suenan como nuevas.
uy, me has hecho recordar el cafe cafe. si bien el nombre sugiere lo contrario, el cafe era a lo que menos atencion le prestaba. los 'yucken balls' eran deliciosos!
Me alegra mucho que nos demos el tiempo para pasar el tiempo juntos... tiempo que como notamos, no nos habíamos dado antes... tú tb me haces bien
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