No se por que tengo la mala manía de nunca devolver las cosas que me prestan. Lo intento, hago lo posible, me pego post its en la frente, pero si no me hacen acordar, simplemente lo olvido. Tamara: tengo tu libro, "El Diario de Bridget Jones". Buenísimo, lo leí dos veces, y en estos días miserables probablemente lo lea de nuevo. Marcel: tengo tu "Greatest Hits" de Phil Collins. Buenísimo también, pero creo que ya está rayado. Total, me lo prestaste en el 99.
También tengo la mala costumbre de prestar cosas y olvidar a quien las presté. ¿Quién tiene mi Division Bell de Pink Floyd? ¿Se puede saber? Extraño ese disco. Era buenísimo. Hasta me había olvidado su nombre. Nota mental: hoy le presté a Pili un bolero y un collar. No olvidar. No olvidar. ¿Quién tiene mi dvd pirataza "Supersize me"? ¿Quién tiene "El aviador"? Seguro que eres tú Guille, así que no pienso devolverte los Muppets en compensación a la pérdida de mis dvd's. Mmmph. (Sacada de lengua). Y estoy segura que alguien me debe 20 soles que presté esta semana. No sé quién será.
También cometí el error de prestar mi corazón en cierto momento de mi vida, y quien lo tomó huyó con él. Y tuve que cerrar por quiebra. No recuerdo quien fue, solo recuerdo el vacío que sentí, y me recuerdo sentada en las escaleras de mi facultad llorando sobre mi viejo Nokia, el de la pantalla verde. No me acuerdo. El recuerdo está tal vez en ese corazón. Felizmente me creció otro.
También suelo perder cosas. No sé si las presté y no importa si eran prestadas, simplemente las perdí. He perdido varias casacas, varios discos (y uno en particular genial de los ochentas), he perdido cuadernos, he perdido ropa, y muchas muchas medias (no me pregunten por qué). He perdido gente, a algunos los noté perdidos instantáneamente y a otros los olvidé. He perdido recuerdos, y yo que me considero bastante memoriosa, me preocupo por ello. He perdido mucho.
Sin embargo a pesar de este circulo vicioso de prestar-no devolver-perder, me siento en un saludable balance. Tal vez todo está en equilibrio entre las cosas que perdí, que presté y que me prestaron.
(escuchando Pictures of you, de the cure).
Ya lo recordé. Marcel tiene mi Division Bell. Estamos parches, entonces.
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