Combisexual

(* Fue MI IDEA, ya?)

El día de ayer tuve una humorada con le petit comité en mi humilde hogar. Preparamos apple martinis y picamos mini cuacuás como si fuera lo más glamoroso del planeta. Por alguna extraña razón la conversación derivó en algún momento en el nuevo género de los metrosexuales.
Vamos. Quien no tiene un amigo/conocido/enemigo metrosexual.
Para identificar a los metrosexuales uno debe fijarse, señoras y señores, en los siguientes factores importantísimos y elementales del metrosexualismo:

• Es heterosexual. Amiguitos gays, ustedes no juegan.
  
• Es urbano. Amiguitos del campo, ustedes tampoco juegan.
  
• Gasta más en ropa y en juergas que el promedio / media / mediana / chi cuadrado. Esto implica que trabaja y tiene plata para gastar en sí mismo. Amiguitos vagos / misios / endeudados, ustedes no juegan ni por aquí ni por allá.
  
• Se mira más al espejo y se examina los poros que cualquier hijo de vecino y no sale de su casa totalmente fashionado, engelado, perfumado y emperifollado, así esté yendo a comprarle 100 gramos de jamonada a la china de la esquina.
  
• Les importa un rábano pelado lo que la gente piense de ellos. Amiguitos paranoicos que ni muertos serían ampayados tratándose los callos en una peluquería, ustedes NOOOO juegan.
  

Thank you very much.
Sin embargo a mi se me ha ocurrido (si, a mi ya, a ti NO) que también deberíamos definir al hombre Combisexual. Las características necesarísimas para que ustedes, queridos bloggeros, sean definidos como combisexuales son las siguientes, punto aparte y sangría:

• Es heterosexual y recontra macho. Si tiene que escupir y lamer su escupitajo para probarlo, lo hará. Si no lo hace es cabrito (y es que el combisexual no dice gay, dice cabrito).
  
• Puede ser de la ciudad, del campo, de todos los conos y rincones de nuestra ciudad. El combisexual está everywhere y a todas horas.
  
• Gasta lo justo y necesario en ropa para no morir de frio en invierno y no andar con chompa en verano. En lo que respecta a juerga, gastará lo necesario para pegarse una buena bomba de cuando en cuando pero siempre con tragos bien machos como una chela o un ron (eeeew!), porque los tragos de colores y con sombrillitas son para hembritas (y es que el combisexual no dice mujeres, dice hembritas).
  
• Solo se mira al espejo cuando se afeita (y eso), se cepilla los dientes (y eso) o se peina (y eso). Todo lo demás es absolutamente innecesario. Cualquier mirada de más podría ser considerada altamente sospechosa y nadie puede sospechar del rudo macho latino.
  
• Se preocupa demasiado de que cualquier acción / movimiento / palabra dicha hecha o manifesta sea considerada gay. Demostrar ser macho = vivir.
  

Por la Sarita, les apuesto que conocen más combisexuales que metrosexuales. Siéntanse libres de unirse a cualquier bando. Igual los querré.