Hoy día... no es mi día

Me levanté tarde, producto del insomnio (three in a row woohoo) y consecuente destrucción matutina. No había agua caliente para bañarme. Demasiado adormilada como para manejar mi Nissan Reggaetonero, decidí tomar un taxi. Como no pasaban por mi lado de la avenida caracho, crucé hacia el ooootro lado y splashhh, pisé un cerro de lodo y manché mis botitas. Paré un taxi pero el señor taxista causó tal revolución vehicular que de puro roche no lo tomé, y tomé otro taxi con un taxista bien buena gente y señor (porque hay cada taxista delincuente, pero en fin). Estuve en blanco unas dos cuadras (no recuerdo lo que pasó en esas dos cuadras, es una sensación mofostrófica) hasta que noté mi cartera muy liviana... y me di cuenta que no había guardado en ella mi billetera. Me disculpe con el taxista quien muy buena gente y señor me dijo que no me preocupe señorita (y me dijo señorita y no señora, punto para Perú), así que me bajé nomás y caminé de regreso a casa. Juashhhh pisé el charco de lodo de nuevo. Subí las escaleras, recogí mi billetera, bajé las escaleras, chapé el primer taxi que encontré. Decidí relajarme en el camino mientras escuchaba mi ipod y, por supuesto, el bendito aparato se habia quedado sin batería. Así que tuve que escuchar RPP todo el camino. Y encima el taxista no fue por mi camino favorito que incluye una callecita en Miraflores donde hay una bajadita mostraza. Y me espera un largo día de oficina y estrés.
Shoot me.

* Kilos bajados: 1.4 and counting!
* Escuchando "You're always on my mind".