jueves, enero 18, 2007

So Long, Zuka

Señoras y señores....
¡¡¡YA NO HAY ZUKA !!!!
No pude evitar ponerme muy triste ante la desaparición de uno de mis lugares favoritos, donde preparaban los mejores apple martinis, dry martinis y cosmopolitans del mundo entero.
Además de ser testigo de innumerables borracheras causados por el exceso de copas (y acompañadas de excesos en mi tarjeta de crédito), los sillones blancos de Zuka fueron testigo de mis innumerables altibajos emocionales: enamoramientos, rupturas, declaraciones, reencuentros, distanciamientos, verdades, mentiras, primeros y últimos besos. Despejada de la timidez que solo el alcohol sabe alejar, Zuka y su música nunca muy alta o baja fueron confesionario de múltiples sentimientos, que tal vez sin una cereza en copa de por medio no me hubiera atrevido a declarar.
El martes último pasé, de mera casualidad, por donde solía estar Zuka, con sus paredes de vidrio y sus persianas enrrolladas. Hacia mucho no sentía la necesidad de un trago viendo el mar. Y no lo encontré - ni a Zuka ni a la necesidad. Solo me quedó dar la vuelta y recordar los buenos - y malísimos - momentos que pasé ahí. Y en sus mesas iluminadas y pesadísimas se fue un pedacito de mi corazón.

(*) Escuchando Crash Boom Bang. Cause every time I seem to fall in love...

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