Big, siempre Big

Después de matenerme en suspenso por más de una semana, finalmente llegó el regalo de Guillermo por mi cumpleaños, el cual llegó 8 días antes de cumplir 26. Para quienes no lo saben, Guillermo es mi hermano mayor, y en cortas palabras, es una de las pocas personas que sin saberlo me inspira siempre a hacer (y ser) cosas mejores y sin saberlo tampoco me conoce mejor que la mayoría. A pesar de la distancia (vive en Washington DC en un departamento donde no hay cucharitas) siempre lo siento muy cerca a mí. No por nada es mi Oculto (y una de las únicas 3 personas que he encontrado en mi mapa polar).
Volvamos al regalo. Conocedor de mi fanatismo por Sex & The City (algún día seré una escritora a la que le paguen por redactar la vida?) me mandó "Sex and the City: Kiss and Tell", un libro que resume las 6 fantásticas temporadas de 4 mujeres solteras en sus 30s y en Nueva York. Las historias, la moda, los zapatos!!!, los hot spots, los personajes, las vidas. Y Big. Siempre Big.
Todos en la vida tenemos a nuestro Big. Esa persona o esa situación que está ahí, y está cerca, y te pertenece, pero no es tuya. Eso que te hace feliz, que te hace sentir totalmente tú sin esfuerzo alguno, te completa y complementa, pero no pertenece a ti. Y pasan los años, y confirmas y reconfirmas tu teoría y sigues sin entender por qué sigue siendo tu Big y por qué sigue diciendo "I am so fucked up" y por qué va y viene y por qué aún no sabe lo que quiere. "The intoxicating dance of intimacy, although a match not made in heaven".
De alguna forma le da cierto romanticismo a la vida tener un Big. Oh sí. Absofuckinglutely.