Es raro, pero cuando tengo la mente demasiado atareada, me cuesta escribir. Como ese fatídico y afiebrado 5 de noviembre, como toda la época de navidad. Es una ley inversa: mientras más cosas revolotean en mi cabeza, más me cuesta ponerlas en palabras. No se si será porque me siento abrumada, o porque tengo miedo de plasmarlas en párrafos y letras. Y es que al plasmarlos, esos pensamientos se vuelven reales. Tal vez me convenga más guardar esos pensamientos para mí y hacer como si no existieran..... no sé.
Back to you, it always comes around back to you.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario