¿Por qué será que con un poquito de tristeza se escribe mejor? No sé si mejor en verdad: tal vez más, tal vez diferente, tal vez simplemente se escribe, y punto. Cuando estoy triste me es más facil, no sé. Mi problema es el siguiente: me encanta escribir, y me encantaría escribir mejor, pero no quiero estar triste para hacerlo. No a costa de algunas sonrisas menos, y para los que me conocen, mi sonrisa (chueca pero maravillosa) es parte importante de quien soy.
Estos días escribo (o copio y pego, da lo mismo) sin pausa y con prisa con la ilusa esperanza de tal vez deshacerme un poco de la tristeza de estos días. De mi melancolía jamás me desharía, dejaría de ser quien soy. Pero de la tristeza sí, me roba demasiadas sonrisas. Tiempo al tiempo...
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