Era el 2005.
Trabajaba como una mula hasta altas horas de la noche, en principio para dejar mis asuntos listos antes de trasladarme a mi nuevo (y actual) puesto, pero la realidad de las cosas era que no quería regresar a casa. A sus fotos, a sus pecas, a su piyama, a sus discos, a su olor. Escuchaba "Trozos de ti" de Rossana una y otra vez mientras Carmen, quien en las tardes me habia acompañado a llorar al baño, me hacía los coros con la más grande de las sonrisas.
En el 2005 era romántica y poco práctica, vivía desorientada en todo aspecto y mi experiencia en el rompecabezas del amor se resumía a él. Por aquella época acababa de abrir este blog, días antes de que desengancháramos nuestros corazones sin acuerdo mutuo de por medio, lo cual derivó en una serie de primeros posts que más que destruir la evidencia de nuestra relación, le dieron sentido a los años que pasamos juntos.
Hoy no hay fotos, ni pecas, ni piyama con olor a perfume, ni discos. Pero sigo yo, infinitamente más pesada y menos práctica, igual de romántica pero más cautelosa, desorientadísima pero en camino. Y estás tú, que no viniste a reemplazar a nadie pues estuviste siempre ahí, a veces como titular de mis noticias, a veces escondido detrás de alguna nota.
A menudo pasamos horas juntos sin cruzar palabra, pues la comodidad de tenerte cerca es suficiente. Si dormimos juntos por demasiado rato, inevitablemente me escabullo hacia un ladito porque soy de esas personas que necesitan repartir codazos sin miedo a golpear a nadie (en la vida real y en la metáfora). Pero cuando estás lejos, de la forma que sea, por los clavos de Cristo que te extraño a morir.
Hoy es una noche como las de antes, donde trabajo hasta tarde y escucho "Trozos de ti" luego de casi 3 años. Esta vez sin desasosiego ni lágrimas, sin Carmen chillando el coro a mi lado y sin la urgencia de que termine la canción solo para volverla a tocar. Y pienso en que es lindo que todas nuestras canciones sean canciones felices, en que me da paz que una pelea quede solo en una pelea y no en un recordatorio, en que puedo decirte todo lo que pasa por mi cabeza y así te tenga harta sé que me vas a querer igual, y es que te quiero tanto, que ya perdí el miedo a hacerte bien o a hacerte daño.
Y esta canción triste es sólo eso, una canción triste. Ya no soy yo. Y dejo esta historia abierta, sin hilo conductor ni moraleja porque, como te dije, mi problema son los cierres. En el 2008.
6 comentarios:
Eso es bueno, la cautela la aprendemos con las heridas, el amor lo aprendemos amando.
Nos leemos.
qué bonita faceta esta tuya, eh
queria comenmtar solo para decir que me gusto lo que escribiste, pero en realidad no sabria que mas decir. creo que nada
Te debes sentir diferente.
Eso sólo lo sabes tú.
Yo te siento diferente.
Coincido con Mu.
Me hiciste llorar... porque en el 2008 estoy como tú en el 2005...
la pregunta es ..estaré en el 2008 en el 200..?
Besitos
Excelente post!!!
bravo
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